Desde junio la Iglesia de St. Pauli de Hamburgo sirve de asilo para casi ochenta refugiados provenientes de Libia. Ellos huyeron del país a causa de la guerra contra el régimen de Gaddafi. Su primera estación fue Italia, luego pasaron a Alemania. Y por ello el gobierno regional de Hamburgo, apoyándose en el marco legal vigente, quiere enviarlos lo antes posible a Italia.